El segundo torneo que acudí en Doctor Ocio, buen ambiente, una tienda amplia y cómoda para jugar, quizás por poner algún pero logístico diría que se nos olvidó traer tapetes de juego y bueno, no es lo mismo jugar a pelo en la mesa.
Pero todo buen torneo tiene su historia previa, y la mía es otra de tantas llena de pequeñas anécdotas. Para empezar, si he aprendido algo sobre torneos de cualquier clase es que desayunar es fundamental. Si, parezco una madre, pero creedme, se aprende a jugar más en una tertulia de teorixwing que leyendo el manual básico del buen piloto interestelar. No tenía seguro el poder ir al torneo, pero al final, una visita familiar ayuda mucho a decidirse… jajajaja! Así que aproveché el café mañanero para hacerme una lista, quería una lista simple, sencilla de manejar a priori y que bueno, que hiciera algo, que tuviera al menos algún Ala B, y los Ala X me encantan, y que tenga lucecitas…. “hazte esta y para de hablar ya…” así son los Recios, muy recios, jajajaja! Y bueno, ese fue el comienzo de esta gran aventura. Con la lista confeccionada por un Recio (Víctor), y los consejos del segundo mejor piloto de la galaxia Maña (Esteban), entre café, repostería, risas y el postcumpleaños de Pedro todos al torneo.
Mi lista, Wedge Con Tácticas de enjambre, Biggs, y dos Ala B básicos. Mi primer oponente, casualidades de la vida también se llamaba Pablo. Si no recuerdo mal, una lista imperial, fue una partida de toma y daca, cada error cometido se pagaba caro, y los hubo y muchos, que unido a tiradas de buena y mala suerte hizo de la partida además de entretenida una montaña rusa de posibles victorias. Finalmente gané, aun me pregunto como lo hice…
Mi segundo oponente, casualidades de la vida también se apellidaba Pérez. Su lista eran dos Esclavos I con bombas, de los scum, Boba y Scarlet. Lo sé porque era la lista que me dijeron los cafeteros que le venía muy bien a la mía. Claro, como ellos no tenían que jugarla… ganar gané, pero sufrí un buen rato.
Mi última partida, casualidades de la vida, Esteban, que además de no haberle ganado nunca a Xwing, es el que me enseña los truquillos de pilotaje. Con lo que yo he sido pilotando naves antaño…. En un torneo, además de saber jugar, necesitas un talento especial y yo que ni sé jugar ni tengo ese talento especial sólo podía recurrir a la experiencia de años de torneos en otros juegos, y me acordé de aquella frase célebre que yo mismo pronuncié: “Yo, que me alcé con la victoria donde otros fracasaron…” y yo que sé que qué sé yo…. La cosa es que gané. El como lo hice… podría decir que con estilo, pero va a ser que no, hice lo que todo buen patralayo haría, y aun así salió bien. El detalle anecdótico de la partida fue que se enfrentaron cara a cara Wedge y su cuñado Soontir, a la par de iniciativa. Podría haber sido épico verlos morir a la vez, en un cruce de caballeros, pero no, Soontir no tuvo el buen gusto y la decencia de hacerlo, quedándose a 1 casco creo.
En definitiva, un torneo agradable y familiar, unas 10 personas, que poco a poco va creciendo en Xwing Zaragoza.
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