El corelliano volvió al Pozo lo más deprisa posible, y puso rumbo hacia las coordenadas en las que había lanzado el cargamento de brillestim por refinar. Después dedicó las cuatro horas siguientes a recorrer el perímetro exterior del campo de asteroides, poniéndose un poco más frenético a cada minuto que pasaba. –¡Tiene que estar aquí! –exclamó, volviéndose hacia Chewie. Pero no estaba.
Han siguió buscando la especia durante dos horas, utilizando las unidades sensoras auxiliares de la sala para aumentar el radio de captación de las instaladas en la cabina. De repente fue interrumpido por un rugido de Chewbacca, que le estaba llamando desde la cabina.
–¡Ya voy! –chilló, y echó a correr.
Chewie señaló los sensores, en los que se veían dos contactos que estaban convergiendo rápidamente hacia ellos. Han comprobó las identificaciones de las naves y luego masculló un juramento lleno de amargura mientras se golpeaba violentamente la frente con la palma de la mano.
–¡Estupendo! ¡Más imperiales! ¡Es justo lo que necesito! ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas?
Se dejó caer en el asiento de pilotaje e invirtió el curso para volver al Pozo. Chewbacca emitió un gruñido interrogativo, queriendo saber por qué echaban a correr cuando no llevaban ni un gramo de especia a bordo.
–¿Es que no lo entiendes? –replicó Han mientras incrementaba la velocidad hasta que los asteroides empezaron a desfilar junto a ellos como manchas borrosas–. ¡Deben de haber encontrado la especia que lanzamos al espacio, y saben qué era lo que estábamos buscando! Y además ya sabes que Capucot no nos creyó... ¡El condenado capitán tiene que estar detrás de todo esto! ¡Esas malditas babosas nos arrestarán por sospecha de contrabando y confiscarán el Halcón! ¡Nunca conseguiremos recuperarlo! –Han ejecutó un brusco viraje para esquivar un asteroide de las dimensiones de un destructor imperial–. Y además... – añadió–. Bueno, no quiero que vuelvan a romper más cosas mientras inspeccionan la nave. Recuerda que acabábamos de limpiar todos los estropicios que hicieron Capucot y sus chicos.
Juntos, Han y Chewie hicieron que el Halcón surcara el Pozo a toda velocidad con rumbo hacia las Fauces. Sus perseguidores eran dos naves del servicio de tarifas imperial, y les siguieron con temeraria decisión.
Las manos de Han revoloteaban sobre los controles como las de un hombre poseído mientras el Halcón oscilaba y se desviaba de un lado a otro para abrirse paso a través del traicionero campo de asteroides. Chewie estaba soltando aullidos de terror ante los terribles riesgos que corría su socio.
–¡Cállate de una vez, cara peluda! –gritó Han–. ¡Tengo que concentrarme!
Los aullidos de Chewie se fueron debilitando hasta convenirse en gemidos. Los nuevos sonidos posiblemente eran plegarias, pero Han estaba demasiado ocupado para prestarles atención.
Se estaban aproximando al final del Pozo, e iban en línea recta hacia las Fauces.
–Voy a tener que arrancar el blindaje ventral del Halcón a base de aceleraciones, Chewie, y aferrarme a 6 esperanza de que esos imperiales no quieran acercarse a los agujeros negros –dijo Han–. ¡Esas babosas del demonio no piensan darse por vencidas!
Chewbacca dejó escapar un gruñido de pura desesperación.
–¡No puedo hacer otra cosa, socio! ¡No voy a permitir que se queden con el Halcón!
Las dos naves imperiales se mantenían tan cerca del navío contrabandista como si estuvieran unidas a él por rayos de tracción. Han y Chewie se inclinaron frenéticamente sobre el tablero de control del Halcón, ajustando su curso, velocidad, dirección, niveles de escudos...
Han, totalmente desesperado, hizo que el Halcón se acercara a los grupos de agujeros negros mucho más de lo que nunca se permitiría intentarlo cualquier persona cuerda. Sólo la considerable velocidad de la nave podía salvarlos.
El Halcón Milenario pasó tan cerca de los agujeros negros de las Fauces que sólo su terrible rapidez impidió que fuese capturado y atraído hacia su interior. Los ojos vigilantes de los discos de acumulación parecían agrandarse y empequeñecerse mientras el Halcón se desplazaba vertiginosamente alrededor de los traicioneros pozos de gravedad. Las naves imperiales siguieron persiguiéndoles a la máxima velocidad que podían alcanzar.
Han ejecutó un viraje imposible seguido por un par de enloquecidas alteraciones del rumbo mientras el Halcón se dirigía hacia los confines de las Fauces. Estudiando sus instrumentos, Han vio que una de las naves imperiales, la más pequeña de las dos, no había conseguido duplicar su maniobra. La nave había desaparecido en el abrazo del disco de acumulación del agujero negro, esfumándose dentro de él con un diminuto e innoble destello.–Sí! –exclamó salvajemente–. ¡No vais a cogerme! ¡Ni hoy ni nunca!La nave imperial superviviente se estaba quedando cada vez más atrás, y el Halcón ya casi había salido de las Fauces.
–¡Sí, Chewie! ¡Lo hemos conseguido!
–¡Arrrrrhhhhhhnnnnn!
Han hizo que el Halcón pasara a toda velocidad junto a Kessel, y un instante después se vieron libres de la amenaza de los pozos gravitatorios. Han se apresuró a inclinarse sobre el ordenador de navegación.
–¡El curso ya está introducido! –gritó a continuación–. ¡Adelante, Chewie!
Unos momentos después ya estaban a salvo en el hiperespacio. El corelliano se hundió en su asiento. –Realmente han estado a punto de cogernos –murmuró con voz enronquecida.
Chewie se mostró de acuerdo.
Mientras se iba relajando lentamente en su asiento, Han se dio cuenta de algo.
–Eh, Chewie... ¡Mira! –Señaló los instrumentos–. ¡Hemos establecido una nueva marca!
Chewie comentó amargamente que su nueva marca de velocidad había sido obtenida a expensas de sus nervios. Han entrecerró los Ojos.
–Eh, esto es muy raro –murmuro-. Aquí dice que hemos acortado la distancia que recorrimos, no sólo el tiempo... ¡Esto marca menos de doce parsecs!
Chewie dejó escapar un gruñido lleno de escepticismo y golpeó el indicador de la distancia con sus peludos nudillos mientras comentaba que la enloquecida forma de pilotar de Han debía de haber causado un cortocircuito en los sistemas del indicador.
Han protestó, pero cuando Chewbacca, cada vez más furioso, respondió con un feroz gruñido, decidió darse por vencido.
–De acuerdo, de acuerdo. Estoy demasiado cansado para discutir –dijo, levantando las manos.
«Pero he hecho el recorrido en menos de doce parsecs...", pensó tozudamente.
Aun así, en aquel momento tenía problemas más acuciantes que la velocidad o las marcas de distancia en los que pensar. ¿Qué demonios le iba a decir a Jabba?
Extracto del libro Amanecer Rebelde - Trilogía de Han Solo
Autor A.C, Crispin
Editorial Martinez Roca
PASAJE KESSEL
Funcionarios corruptos han sido sobornados para dejar a lo largo del pasaje varios contenedores de Brillestim, que deberás recoger para entregárselo al clan Hutt.
No estás orgulloso, pero este cargamento te reportará una cuantiosa cantidad de créditos suficientes para pagar así la enorme deuda que tienes con Jabba. Quizá así retire la recompensa por tu cabeza.
Así es, eres Han Solo y vas a adentrarte en el pasaje Kessel, una ruta secreta para entrar y salir del planeta productor de la más codiciada especia de la galaxia.
Recorrer el pasaje no solo involucra velocidad, sino habilidad para maniobrar y evitar los obstáculos que se presentan.
Además de lo peligroso que es cruzar el pasaje, varios cazas imperiales patrullan la zona para evitar visitas indeseables al planeta. A ellos también se ha sumado el mismísimo Boba Fett, que siguiendo su instinto, espera tu llegada…
PREPARATIVOS
- PERSONAJE JUGADOR: Han Solo – YT-1300 (Máximo Esfuerzo, Chewbacca, Luke Skywalker, Motor Mejorado y Halcón Milenario).
- PERSONAJE NO JUGADOR: Piloto del Escuadrón Obsidiana (x2), Boba Fett imperial - Firespray 31 (Instinto de Veterano, Oficial de Navegación, Motor Mejorado, Cañón de Fragmentación, Misil de Pulso Iónico, Esclavo 1, Munición Adicional).
- Además de los asteroides y el escombro repartido a lo largo del tablero (36). Se colocarán 3 Minas de Proximidad, 4 fichas de Contenedor y 1 ficha de Baliza.
REGLAS ESPECIALES
- Los Pilotos del Escuadrón Obsidiana comienzan la partida en modo patrulla. Cuando están patrullando sus movimientos son siempre los mismos. (1c izq, 1c dch). Sus acciones serán siempre concentraciones.
- Para que los Pilotos del Escuadrón Obsidiana salgan del modo patrulla y cambien al modo combate, deberán detectar la presencia del Halcón en sus sensores.
- Debido a las intensas interferencias provocadas por el campo de asteroides, los sensores de los cazas Tie no funcionan correctamente. Por ello, si al final de la fase de activación la peana del Halcón se encuentra a un radio de alcance 2, el Halcón será detectado y a partir de ese turno, el movimiento de los cazas será realizado con el dial en secreto.
- También cambiarán al modo combate, si alguno de los cazas es atacado.
- Boba Fett no aparece en la partida inmediatamente y lo hace de la siguiente manera.
- Primero el Halcón debe alcanzar la ficha de la Baliza. Después de hacerlo, la peana completa debe superar una distancia de alcance 2, al borde del tablero más cercano a la Baliza.
- En ese momento el Personaje No Jugador, colocará la nave de Boba Fett en su zona de salida y con un movimiento puesto en su dial. Boba podrá entonces mover después de Han.
OBJETIVOS
- El objetivo del Jugador es llegar a la zona de salida del pasaje Kessel. La totalidad de la peana deberá estar dentro del área de salida para terminar.
- Para llegar allí, sólo puede hacerlo si antes ha tocado con su peana, la ficha de la Baliza.
- El vencedor del evento será el jugador que más puntos consiga al final del pasaje Kessel.
TABLA DE PUNTUACIÓN KESSEL
• Contenedores+1 pto (+2 ptos extra si se recogen todos)
• Caza destruido+1 pto
• Boba Fett destruido+3 pto
• Vida/Escudos+1 pto cada uno.
• Nº de turnos 25 turnos = 0 ptos (Por cada turno de menos sumas 1 pto, por cada turno de más restas 1 pto)
ZONA DE JUEGO
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